La explicación en biología se divide en dos grandes preguntas. Estas preguntas deben informar nuestra forma de enseñar y las respuestas que esperamos de los alumnos. Estas preguntas son ¿Cómo? y ¿Por qué? ¿Qué significan? Esa idea partió de Ernst Mayr.
En los años sesenta, Mayr publicó sus ideas sobre la distinción entre lo que él denominaba causas últimas y causas próximas en biología. Las causas próximas son los acontecimientos que ocurren justo antes de un efecto, por ejemplo, el titanic se hundió porque el agua se precipitó por un agujero en su casco. Sin embargo, la causa última fue que chocó contra un iceberg.
La distinción de Mayr en biología era la siguiente:
Las causas últimas de los fenómenos biológicos se explicaban por la selección natural.
Las causas próximas se explicaban por la fisiología.
Las preguntas sobre las causas últimas suelen responder a preguntas que empiezan por el porqué. Mientras que las relativas a las causas próximas suelen comenzar por el cómo (Kampourakis & Niebert 2018).
Image by Christian Moore-Anderson & Blanca Martínez Valiente
Ariew (2003) sugirió que la idea de «causa última» de Mayr no era satisfactoria, ya que sólo se refería a la selección natural. Ariew añadió a estas causas últimas la deriva, el flujo genético y la mutación. Ariew describe estas cuestiones sobre la evolución como cuestiones estadísticas, ya que se refieren a por qué ciertos rasgos se han vuelto y siguen siendo prevalentes a nivel poblacional.
Ariew prefiere el término causas evolutivas o explicaciones evolutivas al de causas últimas de Mayr.
Todas las demás causas, sugiere Ariew, son las que tienen que ver con explicaciones mecanicistas de la fisiología. Siguen siendo causas próximas, pero responden a preguntas diferentes. Mientras que las preguntas sobre el desarrollo, como «¿Cómo surgió/se construyó?», son diferentes a «¿Cómo funciona?». Ariew sugiere que ambas tratan de describir un mecanismo fisiológico dentro de un sistema biológico.
En mi opinión, para obtener una comprensión completa de los fenómenos biológicos necesitamos tanto una visión evolutiva como una visión mecanicista.
¿Cómo se relaciona esto con el aula de biología?
Si queremos que la biología sea una asignatura explicativa, deberíamos centrarnos en mejorar la capacidad de nuestros alumnos para responder a preguntas sobre el cómo y el porqué.
Con demasiada frecuencia se pide a los alumnos que se centren en el qué y el para qué. Si los alumnos se limitan a saber los nombres de las partes y lo que hacen, se quedarán sólo con el conocimiento descriptivo. A veces, esto es todo para lo que hay tiempo. Es justo. Pero en el caso de los conceptos básicos de la biología, tenemos que empujar a nuestros alumnos más allá para que comprendan cómo surge algo y por qué ha evolucionado hasta ser así.
Para ayudarles, debemos compartir estas ideas con ellos. Para que ellos mismos empiecen a entender la diferencia entre descripción y explicación en biología. En este sentido, también puede ser útil que los profesores expliciten cuándo plantean a los alumnos una pregunta evolutiva de por qué o una pregunta mecanicista de cómo.
De este modo, no sólo se consigue que los alumnos aprendan a explicar los fenómenos biológicos, sino que se les proporciona una herramienta para reflexionar sobre las explicaciones. Y esto puede influir en su forma de estudiar biología en el futuro.
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Christian Moore-Anderson
References
Ariew, A., 2003. Ernst Mayr’s ‘ultimate/proximate’ distinction reconsidered and reconstructed. Biology and Philosophy, 18(4), pp.553–565.
Kampourakis, K., Niebert, K. 2018. Explanation in biology education. In K. Kampourakis, M. Reiss, ed. Teaching biology in schools: Global research, issues and trends. London: Springer, pp.236-248.